El casco de la hacienda cuenta con un jardín principal con columnas de cantera sobre basas del mismo material, techumbre original de vigas de madera, piso de piedra con parte de los pasillos cubiertos de ladrillo, y fachada principal con rodapié de azulejo con representaciones de magueyes, que es el motivo de la capilla. La puerta del comedor que da hacia el jardín tiene dos frescos con jarrones, como decoración mural

Existe una cédula real de 1742 que otorga la propiedad a los hermanos Nicolás y Gertrudis Duran de la Huerta. Al concluir la guerra de independencia el Gobierno México entregó esta hacienda a Doña Leona Vicario, esposa de Don Andrés Quintana Roo, en recompensa por los perjuicios que sufrieron sus propiedades durante el conflicto armado, en 1890 la recibió en herencia la señora Aguayo, que la dedico con éxito a la producción de pulque, después de la revolución la compró el Sr. Saúl Uribe, quien intento embotellar el pulque para su mejor comercialización.